Seguirá ligado al fútbol. El ex futbolista, Ernesto Arakaki sigue ligado al deporte que lo apasiona pero esta vez desde el banco de suplentes porque lo hace como entrenador. Desde hace cerca de 3 semanas dirige a la categoría 93 – 94 de Alianza Lima y sostiene que decidió seguir la carrera de entrenador porque sintió que para que el fútbol peruano mejore, se necesita de más técnicos capacitados y no le bastaba con ser un jugador profesional.
¿Es muy difícil colgar los chimpunes y agarrar el pizarrón?
Es un trabajo totalmente distinto. Tu visión de las cosas tiene otro sentido y recién empiezo en esta carrera. Se aprende mucho con la práctica. Trato de capacitarme también, no creo que el solo hecho de ser futbolista me alcance para ser un buen técnico.
Por qué decidiste ser técnico.
Yo estaba estudiando cuando jugaba en Alianza Lima. Sentí que había una necesidad de buscar técnicos capacitados y los estudios me ayudaban a eso. Se necesitaba de técnicos en menores y quise especializarme en ese tema.
De los técnicos que tuviste, con cuál te identificas.
He intentado siempre sacar lo positivo de cada uno de los técnicos que he tenido. De (Jorge Luis) Pinto su profesionalismo, su obsesión con lo táctico, con su planificación; de (Paulo) Autuori con su buen manejo de grupo, su motivación igual que (Gustavo) Costas. Siempre es difícil encontrar un técnico perfecto, que cojea en alguna parte y eso también me sirve para armar un perfil del técnico ideal que uno quiere ser.
Cómo eres en el banco de suplentes.
Para mí es importante ver cómo se desenvuelven los chicos en la cancha, si deciden bien o mal. Creo que si no se trabajó en la semana es difícil que lo hagan en el partido. Les doy espacio a que improvisen.
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